La exposición al ruido y a las vibraciones en el puesto de trabajo provocan enfermedades profesionales relacionadas con la pérdida de audición y pérdida de otras capacidades, como el equilibrio

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ha elaborado un estudio sobre la exposición al ruido y vibraciones ocupacionales en el trabajo para diseñar actuaciones que promuevan una reducción de los efectos de ambos elementos en la salud de los trabajadores. Para ello, el INSST se ha basado en la notificación de enfermedades profesionales de una década, entre 2009 y 2018, y con los resultados busca también conocer el grado de cumplimiento de la implantación nacional de las directivas de la Unión Europea 2003/10/CE y de la 2002/44/CE.

El estudio del INSST busca centrar las medidas en aquellos colectivos con mayor incidencia de hipoacusia inducida por ruido y enfermedades debidas a vibraciones mecánicas. Es decir, trabajadores afectados por algún grado de sordera debido a los efectos de estos agentes en su puesto de trabajo.

Para ello, se computaron los casos totales de:

  • Grupo 2A: hipoacusia y sordera inducidas por ruido.
  • Grupo 2B: trastornos osteoarticulares o angioneuróticos por vibraciones mecánicas.

De esta forma, podía calcularse el peso relativo de los daños causados por ambos agentes físicos sobre el conjunto de enfermedades profesionales.

Enfermedades profesionales por ruido y vibraciones

En los siguientes gráficos, se representan las enfermedades profesionales notificadas del Grupo 2 respecto al tamaño de la empresa, reflejadas en el estudio:

Para ubicar a los colectivos en riesgo según sus tareas, se ha usado el sistema de clasificación administrativa de actividades económicas en el que están registradas las empresas. Así, se clasifican mejor las tareas específicas que provocan dichas patologías.

La incidencia de casos por actividad depende de dos parámetros combinados: el riesgo inherente de exposición a ruidos o vibraciones debido a las tareas críticas operativas, y el número de trabajadores expuestos. Se han considerado otros criterios, como la edad, el sexo y el tamaño de la empresa, dado que afecta a la capacidad organizativa y de gestión empresarial.

La elección de las empresas que forman parte de este estudio ha sido realizada por Responsables de Seguridad y Salud en el Trabajo de los Organismos Técnicos Autonómicos, que han sido los encargados de cumplimentar los cuestionarios durante sus visitas habituales.

La documentación preventiva requerida a cada empresa era:

  • plan de prevención.
  • evaluación general de riesgos laborales.
  • evaluación específica de ruidos y vibraciones.
  • planificación anual de las medidas técnicas y de gestión para reducir la exposición a ruidos y vibraciones.
  • registro de formación.

PRL imprescindible para aminorar los daños de los ruidos

El informe concluye afirmando que:

  • Las empresas que cumplen con el procedimiento legal de evaluación aumentan la probabilidad de éxito en la gestión de riesgos. Por el contrario, cuando la evaluación no cumple con los requisitos del procedimiento la eficiencia de las medidas de control se reduce.
  • Las empresas que contratan la actividad preventiva con servicios externos tienen menor capacidad para reducir la exposición laboral al ruido que aquellas que la asumen con recursos internos.
  • Los sectores de actividad estudiados (metal, industria alimentaria, madera y plástico) no presentan diferencias significativas en cuanto al nivel de cumplimiento de la legislación de salud laboral relacionada con el ruido.

Además, mediante el análisis estadístico, han identificado a los grupos más vulnerables. La situación de riesgo se da donde es probable que se sufra una gran exposición por las tareas típicas que se realizan en calderería, conformado, estampación y forja de metales.

Las empresas medianas parecen tener una mayor exposición al ruido, lo que es consistente con los resultados del trabajo de campo, que reportaron un mayor porcentaje de confirmación del riesgo.

Por estas conclusiones, USO considera imprescindible contar con delegados de prevención, formarlos en las tareas relacionadas con la medición de ruidos y vibraciones, e implicar a los servicios de prevención, especialmente si estos son externos. En su conjunto, las enfermedades profesionales están infradeclaradas, al contrario de los accidentes, que presentan evidencias incuestionables en el momento en el que se producen. Este tipo de agentes perjudiciales, ruidos y vibraciones, suponen causas directas de enfermedades relacionadas con la pérdida auditiva. Por ello, vigilar y aminorar su impacto es una obligación de las empresas donde sus efectos son más notables por la propia actividad que realizan.

En qué sectores laborales se da más ruido

En el estudio, participaron 566 empresas. Se realizó una clasificación del cuestionario según el tamaño de la plantilla de cada empresa, con el fin de comprobar si este afecta la adecuada gestión de la salud laboral.

Respecto a la actividad empresarial, el INSTT y las autonomías realizaron una asociación cualitativa con base en los diferentes tipos de materias primas que se utilizan para la elaboración del producto. Así, clasificaron los cuestionarios en cuatro categorías, que se componen de otras tres muestras:

  • Industria del metal y similares, 235 cuestionarios.
  • Industria del plástico y la madera, 39 cuestionarios.
  • Industria alimentaria, 74 cuestionarios.

Del resultado del estudio de campo, solo una de cada cinco empresas que había identificado el riesgo de exposición al ruido logró reducirlo a niveles aceptables a través de una actuación como resultado de una planificación preventiva.

En cuanto al método de medición utilizado, se podría conducir a una determinación de la exposición no representativa, que infravalora el riesgo, por lo que no se adoptan las medidas preventivas necesarias para evitar daños futuros.

A pesar de que hablamos de muestras, y no de totalidad, en USO consideramos que es lo suficientemente representativa como para inferir que no se toman las suficientes medidas preventivas con respecto a los efectos del ruido y las vibraciones en la salud de los trabajadores.

Incumplimientos de prevención en vibraciones

En relación con las vibraciones, el estudio muestra un porcentaje muy elevado de empresas con personas trabajadoras expuestas a vibraciones. Y, sin embargo, carecen de una evaluación específica de dicho riesgo. De hecho, en la mayoría de ellos ni siquiera se identificó su presencia.

Por estas razones, es difícil encontrar empresas que controlen el rendimiento de las medidas frente a las vibraciones. Por tanto, se puede afirmar que el nivel de cumplimiento de la Directiva 2002/44/CE es bastante bajo. En cuanto a los grupos críticos, han constatado que la exposición a vibraciones mano-brazo tiene una mayor probabilidad de alto riesgo. Las empresas medianas parecen tener una mayor exposición a las vibraciones, aunque esta tendencia es más leve que para el ruido.

Con respecto a este bajo cumplimiento de la normativa sobre vibraciones, se debe recordar que los efectos adversos en la mano-brazo conllevan una prevalencia elevada de osteoartrosis de muñeca y artrosis; neuropatías por vibraciones y compresión, como el síndrome del túnel carpiano; tendinitis y tenosinovitis en las extremidades superiores y contractura de Dupuytren, una enfermedad del tejido fascial de la palma de la mano.

Por lo que, en puestos de trabajo donde se utilicen herramientas manuales, como en la minería del carbón, en la construcción de carreteras y en el sector del metal, es necesaria una elección de herramientas con la mínima vibración y con un diseño ergonómico apropiado; establecer períodos de descanso apropiados al nivel de actividad; y el uso de guantes antivibración. Estos pueden proporcionar algo de aislamiento frente a las componentes de alta frecuencia de la vibración producida por las herramientas usadas.

El ruido en el trabajo y otros efectos en la salud

En USO, valoramos este tipo de estudios sobre los efectos del ruido y las vibraciones. No obstante, consideramos que no deberían circunscribirse únicamente a las enfermedades profesionales relacionadas directamente con la pérdida auditiva. Porque, además de estos efectos, se encuentran otros como vértigos, nerviosismo, acúfenos, irritabilidad, trastornos respiratorios, pérdida de equilibrio, temblores en las manos, trastornos cardiacos y/o reacciones digestivas adversas. Estos efectos, unidos a la pérdida de audición, no solo generan enfermedades profesionales, sino que también pueden estar intrínsecamente relacionados con los accidentes de trabajo.

Por este hecho, resaltamos la importancia seguir el protocolo específico de la vigilancia de la salud obligatoria, inicial y periódica, para las personas que ocupen puestos donde el ruido se haya establecido como riesgo laboral.

Igualmente, se deberían realizar reconocimientos médicos previos a la realización del trabajo y exámenes clínicos periódicos subsiguientes a las personas expuestas tanto a los ruidos como a las vibraciones.